lunes, 27 de junio de 2016

Sus lunares.

Lo admito;me perdí en sus lunares,

en las ansias de aventura que otorgaba,

en el miedo y el terror de sus caricias,

en sus movimientos y rasgos corporales,

me perdí en ella misma, en su persona.

Te perdí por las mismas razones,

aquellas por las que cada noche

te encontraba en mis sueños y amores;

y es que las campanas que replican por tu ida y tu llegada

ya no le valen ni gestos ni palabras;

son de una catedral sin amantes,

y yo no pido ni plegarias, ni perdones

tan solo quiero volver a casa y encontrarte

yaciendo sin sueño ya de noche,

buscándome de nuevo en tus miradas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario