Un bonito poema debe llevar un bonito nombre, por eso yo pongo el de la mujer en que me inspiro.
En la calle
no hay fuegos que murmuran
bajo la fria y oscura noche;
no hay gente ni andando ni durmiendo,
solo la Luna no se ha ido a casa.
Alzo la vista y me deslumbra,
es mi fiel y unica acompañante;
no debo estropearlo, yo la quiero
aunque no sea recíproco lo de mi amada.
Es triste cuando le traigo flores
porque miras y estaba antes,
pensaba que también era vagabunda,
pero no, tras cada noche vuelve a casa.
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